Hay combinaciones que no fallan, el queso con pan, el verano con siestas, un vino que abraza sin empujar o esa persona que sabe cuándo guardar silencio… y cuándo romperlo con una carcajada.En mi opinión, maridar no es cosa de etiquetas ni de manuales. Es algo más íntimo, más nuestro, como cuando te sirves una cuña de queso y sabes con qué vino abrirla, qué canción poner de fondo y con quién compartirla. Eso, amigos, es maridar. Hace años, en una feria, me preguntaron cuál era el mejor maridaje para un queso añejo. Y respondí sin pensar: “una buena conversación …Leer más